Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2019

EL CONVIDADO DE PIEDRA

C uando llegamos a su casa, Sara nos recibió en el pasillo y las tres nos devoramos a besos. Ya nos teníamos mucha confianza, así que después de cerrar la puerta, los besos, las caricias, no se hicieron esperar. Ni siquiera habíamos llegado al salón y ya nos estábamos acariciándonos los pechos y sobándonos las caderas y las nalgas apasionadamente. Hablamos de algunas cosas, nos tomamos unas cervezas, pero yo, no dejaba de admirar a Sara, nuestra amante mayor. Nosotras éramos unas princiantas, pero ella, ya era toda una profesional, toda una mujer. Ese día tenía puesto un pantalón de vestir, azul claro, abrochado por una diminuta correa y una blusa-suéter de color blanco, que resaltaba sus pechos enormes y naturales. Después de un rato de contar chistes, reír y de recordar lo que hiciéramos en el coche la otra vez, decidimos irnos al cuarto y pasarlo en grande...  Ya en la cama, sabiendo a lo que íbamos no hubo mucha planificación, los besos salieron solos, igual que las c

COMERTE LA BOCA

V oy a comerte la boca a cada milésima de segundo. A clavarte mis pupilas como si fueran chinchetas. Mandaré a mis labios de excursión por tus orejas susurrando palabras sin sonido. Me volveré muda, hablándote con las manos que son las que mejor se entienden. Para el reloj. Me importa una mierda la hora que sea. Si es de día o es de noche a nosotros no nos afecta. Las estrellas las veremos igual, y el calor del sol nos cocerá a fuego lento. Súbete conmigo a esa montaña rusa donde el ritmo lo marca los latidos de mi pecho. Donde tú y yo lo único que tenemos que hacer es dejarnos llevar. Donde voy a quererte hasta la última letra de tu nombre. Porque eso es lo que me apetece hacer hoy. Y todos los días de mi vida….